Salud bucal de los niños
Dentición decidua o de dientes de leche
Cuando el niño nace, ya se han comenzado a madurar las coronas de los dientes de leche y de los primeros molares permanentes y comienzan su aparición en la boca aproximadamente durante el primer año de edad del niño y terminan este proceso a los dos y medio o tres años de edad, pero se debe entender que cada niño es una entidad diferente y este periodo de tiempo es solo una guía.

La secuencia de aparición de los dientes de leche en boca varía de niño en niño y puede presentar variación de acuerdo con sexo, raza y factores nutricionales entre otros. Por lo general, primero aparecen los dientes centrales inferiores luego los centrales y laterales superiores, luego laterales inferiores seguidos de primeros molares, luego caninos o colmillos y por último los segundos molares deciduos. Pero siempre teniendo en cuenta que este criterio no se puede generalizar para todos los niños y siempre existirán variaciones individuales que deben ser consultadas con su odontopediatra.

En total los dientes de leche son 20, así:
Dos dientes incisivos laterales superiores y dos inferiores
Dos caninos superiores y dos inferiores
Dos segundos molares superiores y dos inferiores

Desde que aparece el primer diente de leche en boca, se deben tomar las medidas necesarias para una adecuada higiene buco dental, pues cambia toda la flora intrabucal y no importando la cantidad de dientes en boca ni la edad del paciente, estos dientes tienen igual un riesgo alto a contraer enfermedades como la caries y la enfermedad periodontal, entre otras.
La caries dental es el primer factor de perdida de espacios para la aparición de los dientes permanentes.
Por eso es tan importante la asistencia a la cita con el odontopediatra para guiar la cantidad de crema apropiada en cada niño y las técnicas de cepillado.
Los dientes de leche son la base para una adecuada aparición de los dientes permanentes en boca, para asegurar un adecuado desarrollo de los maxilares y la función específica de cada musculo. Además es cuando se instauran los hábitos para el resto de la vida. No se debe pensar que por el hecho que luego se van a caer no tienen importancia, al contrario, son el primer paso para mantener y conservar una salud buco dental perfecta.
Debe evaluar presencia de mordidas abiertas, profundas, mordidas cruzadas anteriores o posteriores, presencia de puntos de contacto prematuros con desviación mandibular, dolor de la articulación temporomandibular entre otros. Debe además evaluar la función adecuada de la lengua, su dicción y, si es del caso, determinar la necesidad o no de hacer una intervención oportuna y hacer la remisión con fonoaudiología y hacer tratamiento en conjunto.
Es muy importante también evaluar la respiración del paciente y si es pertinente, hacer remisión con su pediatra y valorar la necesidad o no de hacer interconsulta con el otorrino para determinar la conducta a seguir.
Otro punto de vital importancia es evaluar la presencia de lesiones en boca que pueden ser determinantes para valorar conductas de abuso y, no solo la presencia de lesiones en boca del niño, sino también su comportamiento en la silla odontológica.

Desde que entra el niño al consultorio debe ser evaluado por nosotros, su comportamiento y el de sus padres. Experiencias anteriores y siempre tener presente que su boca es su órgano más vulnerable y nos está dando toda su confianza para poder acceder a él.
La boca es un reflejo de la condición sistémica del paciente y es el órgano que no miente.
Por lo tanto, es de vital importancia la asistencia a los controles con el odontopediatra, para tener un diagnóstico adecuado en cuanto a la susceptibilidad a la caries dental, el crecimiento y desarrollo de sus bases óseas, dentales, oclusales o de mordida adecuadas y de comportamiento para el resto de la vida. El odontopediatra desde la temprana edad, puede comenzar a corregir alteraciones evidentes que se pueden exacerbar y luego llevar a un crecimiento y desarrollo inadecuado del niño que se puede evitar.

Dentición mixta:
La dentición mixta es un periodo que inicia generalmente desde los 6 años con el proceso de recambio dental y va acompañado de diferentes cambios en tamaño y posición de las estructuras que conforman el sistema estomatognático incluida la cavidad oral, aunque es importa recordar que en algunos niños este periodo puede darse también a partir de los 5 años, y se extiende hasta los 11 o 13 años cuando ya el niño es ahora un adolescente y tiene completamente sus 28 dientes permanentes erupcionados. Es una etapa muy larga que tiene varias transiciones ya que se pasa de tener una combinación de dientes temporales o de leche y dientes permanentes o definitivos en boca al mismo tiempo.
Maxilar superior:
Incisivo central:7-8 años
Incisivo lateral:8-9 años
Canino:11-12 años
Primer premolar:10-11 años
Segundo premolar:10-12 años
Primer molar:6-7 años
Segundo molar:12-13 años
Maxilar inferior:
Incisivo central:6-7 años
Incisivo lateral:7-8 años
Canino:9-10 años
Primer premolar:10-12 años
Segundo premolar:11-12 años
Primer molar:6-7 años
Segundo molar:11-13 años
La dentición mixta se puede dividir en fases o periodos:
Periodo transicional o dentición mixta temprana: corresponde cuando en boca solamente han erupcionado los primeros molares y los incisivos permanentes, y generalmente abarca desde los 5 hasta los 8-10 años de vida.
Periodo intertransicional o de reposo: generalmente dura 2 años aproximadamente, y como su nombre lo da a entender no hay actividad de erupción dental.
Segunda fase o dentición mixta tardía: al contrario del anterior periodo, este es de gran actividad para el proceso de erupción dental, e inicia desde los 10 años y se extiende hasta los 12 años, abarcando la erupción de caninos y premolares permanentes.
Debido a estos cambios, es importante reforzar la higiene oral con modificaciones en la crema dental pues esta debe contener más de 1100 o 1450 ppm de flúor (ppm: partículas por millón) y el tamaño del cepillo de dientes o especialmente la cabeza y cerdas de este, este proceso debe estar acompañado también del uso de seda dental o porta sedas después de cada cepillada para evitar presencia de caries dental y/o inflamación a nivel de las encías por acúmulo de biopelícula o placa bacteriana sobre la superficie del diente.
El recambio dental o caída de los dientes es un proceso que genera alegría e ilusión en los niños y también sus padres pues está acompañado de la visita del “Ratón Pérez” o el “Hada de los dientes”, personajes que ofrecen algún tipo de recompensa por cada diente que se cae o exfolia.
Durante esta etapa, si el niño aún no ha realizado su primera visita al odontólogo, es aconsejable que la realice pero esta debe ser con el Odontopediatra, ya que se pueden diagnosticar las alteraciones a nivel de la oclusión o mejor conocidas maloclusiones o dar seguimiento al correcto desarrollo no solo de la oclusión sino de todas las estructuras del complejo craneofacial.
En la dentición mixta podemos encontrar las siguientes maloclusiones: mordida cruzada anterior, mordida cruzada posterior, mordida profunda, mordida borde a borde, mordida abierta anterior o posterior, mordida en tijera, y ya si las clasificamos según la literatura encontraremos maloclusiones clase I, II y III. Todo lo anteriormente mencionado puede ser tratado de manera temprana con tratamientos de Ortopedia Maxilar.
La ortopedia maxilar va de la mano con la Odontopediatría, y es la rama de la odontología permite estimular y redirigir el crecimiento de los maxilares a través de aparatología removible o fija, según el tipo de maloclusión que presente el paciente. Se puede realizar desde la dentición primaria hasta la mixta tardía, y sus objetivos principales van encaminados a lograr un moldeamiento óseo, restablecimiento de las diferentes funciones de la cavidad oral, alineación o mejorar posición dental, y así si el paciente llegara a necesitar un tratamiento de Ortodoncia y/o segunda fase este será más corto y menos complejo. Siempre será importante que el diagnóstico y tratamiento lo realice un profesional capacitado en esta área, ya que el impacto que generamos a nivel del crecimiento y desarrollo de los maxilares de nuestros niños es alto gracias a la efectividad de la Ortopedia Maxilar. El diagnóstico inicial siempre debe estar acompañado de unas ayudas tales como: radiografía panorámica, radiografía lateral de cráneo, fotografías intra y extraorales, y unos modelos de estudio de la boca del paciente que permitirán analizar el problema o la maloclusión en los 3 planos del espacio: sagital, vertical. Se realizan controles mensuales que permiten evidenciar la evolución del tratamiento, que generalmente es favorable, siempre que se sigan las recomendaciones del especialista en cuanto a las horas y uso correcto de la aparatología, que serán los principales indicadores del éxito del tratamiento.
